martes, 9 de diciembre de 2008

Sus negocios duran hasta que alguien los saque de la calle




Son las 4 de la tarde y en la calle San Diego, entre los carros de libros, los negocios de bicicletas y los puestos de comida, hay vendedores ambulantes. Aún exponen su mercancía sobre pañuelos, en las estrechas veredas grises. “Bebidas y chocolates baratitos”, son algunos de los gritos que se escuchan desde lejos. Esta imagen dura hasta que algún carabinero llega y los negociantes salen corriendo o bien, cuando se los se los llevan detenidos y les quitan su mercancía.

Estos vendedores, ante la ley conocidos como “comerciantes ilegales”, están descontentos por no poder vender tranquilamente en la calle. Año tras año dicen que viven esta angustia. “Ni Zalaquett ni Ravinet; Nadie nos va a dar permiso. Nunca nos van a dejar vender acá porque no les conviene. Ganan más llevándonos presos, a que nosotros saquemos una patente cada dos años”, acusa Nelson, quien lleva trabajando 28 años en las calles del centro de Santiago.

Se acercan las elecciones municipales 2008 y las calles se encuentran inundadas de afiches con las distintas caras de los candidatos a alcalde y concejales para la comuna de Santiago Centro.

Una de las polémicas de los candidatos a alcalde, la ha dado Pablo Zalaquett (UDI). El ex edil de la Florida tuvo una discusión con Jaime Ravinet (DC) en un debate organizado por la Cámara Nacional de Comercio hace dos semanas. Esta disputa fue por el comercio ilegal en las calles, Ravinet acusó a Zalaquett de no haber erradicado esa mala práctica en su ex comuna. Le preguntó entonces, cómo se comprometía ahora a terminar con este problema en Santiago Centro, tomando en cuenta que no lo había podido controlar en 8 años de mandato comercial.

Las palabras de Roberto González, coordinador general de la campaña del ex alcalde de La Florida, ayudan a entender la propuesta del candidato: “Lo que queremos hacer es bien fácil: darle permiso legal a esa gente y regularizarlos”, él asegura que “al echar a la gente de la calle, los estás invitando a que sean delincuentes”.

Para esto, el comando de Zalaquett, dice que quieren implementar en Santiago Centro lo mismo que se hizo en La Florida en abril del 2004: Consiste en el proyecto “La casa del emprendedor” que radica en potenciar las buenas ideas y desarrollar habilidades empresariales, abriendo nuevas ventanas de comercialización. Según las palabras de Roberto González, en La Florida esto dio muy buenos resultados.

La idea de la campaña de Zalaquett para terminar con el comercio ambulante, es invitar a los vendedores a integrarse a ese proyecto y, así, crear nuevas oportunidades para las personas y evitar focos de delincuencia. De lo contrario, la ley actuará ante el comercio ilegal.

A pesar de esta propuesta del partidario de la UDI, los vendedores aseguran que esto no sucederá. No niegan que ayude a algunos comerciantes. Pero eso no quitará que muchos no puedan sacar el permiso y sean una vez más llevados por la policía perdiendo sus productos.

“Son muchos los políticos que han pasado por acá, yo no soy de esta comuna, pero trabajo hace años en el centro. El vendedor ambulante siempre será vendedor ambulante. A mí me dieron patente una vez,
pero en un lugar donde no va nadie. Y ahí tengo mis carros tirados. Invertí platita y todo, pero no me sirvió. Gano más vendiendo acá, en las calles, donde pasa gente todo el día”, dice Raúl Gómez, que lleva más de 26 años trabajando en el centro de Santiago. Antes vendía en Alameda, pero “Ravinet me sacó”, asegura. Entonces optó por seguir su negocio en la bohemia calle San Diego.

El destino de los vendedores ambulantes sigue en incertidumbre, han salido nuevos proyectos de ley para penar a los comerciantes; a los que venden productos falsificados o que no tengan las autorizaciones sanitarias correspondientes. Hoy la pena para estos vendedores es la reclusión menor en su grado mínimo y multa de 5 a 100 unidades tributarias mensuales.

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